Otro mundo es la primera impresión que experimentas al conducir el coche eléctrico Polestar 2. Conducir el Polestar 2 provoca la sensación de estar en una realidad alternativa, una en la que los interiores de Volvo algo más adornados, de menor contraste y la conducción lujosa de la última media década, comenzando con su XC90 actual, nunca sucedieron.
Las sutiles diferencias entre las experiencias colectivas se manifiestan en diferentes percepciones del futuro. Lo mismo es cierto en el Polestar 2, donde se parecía y se sentía tanto como un Volvo que ver los galones de Polestar en el volante resulta un poco desconcertante.
El Polestar 2 de fabricación china se basa en la misma plataforma CMA que el Volvo XC40 Recharge. Aunque fueron diseñados por el mismo equipo de desarrollo con sede en Suecia y comparten algunas de las mismas decisiones de interfaz central, ahí es donde terminan las similitudes.
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| 2021 Volvo Polestar 2 |
El Volvo XC40 Recharge es un pequeño crossover minimalista y deliciosamente relajante que les resultará familiar a los propietarios de Volvo y los tranquilizará al decir adiós a las bombas de gasolina. Lo que uno no espera cuando se conduce el hatchback Polestar 2, es que se siente más como el Volvo del pasado que el XC40 Recharge, o al menos, desencadena cierta nostalgia.
El Polestar 2 atrae y simultáneamente juega con lo estoico, como algunos de los mejores y más memorables sedanes de rendimiento de Volvo. Con sigilo y silencio agregados a la mezcla, tiene aproximadamente el mismo tipo de tamaño, impulso y sensación de conducción que el S60 Polestar de hace unos años, combinado con la nitidez del S60 R de hace más de una década.
El P2 se lanza con mucha más urgencia que el Ford Mustang Mach-E de doble motor, y tiene mucho agarre gracias a sus neumáticos Continental SportContact 6 245 / 40R20. Polestar ha señalado que la firmeza podría ajustarse a pedido (manualmente, por un técnico), pero que se ajustó al perfil firme para mostrar las capacidades de rendimiento del modelo.
2021 Volvo Polestar 2
Si se apura el rendimiento del P2 más cerca de los límites, no traiciona las raíces de Volvo. Al igual que esos otros antiguos sedanes de rendimiento suecos, se aplaza el subviraje pero, cuando se empuja, la respuesta es tranquilizadoramente neutral. Sus motores eléctricos duales de imán permanente juntos generan 408 caballos de fuerza y 487 libras-pie de torsión y pueden llevar este vehículo de cuatro puertas a 100 kph en 4.5 segundos oficiales.
Aparte de esto es que, fuera de las ventajas de rendimiento de las que hace alarde, como las pinzas Brembo, las llamativas llantas de 20 pulgadas, el panel de techo negro, el Polestar 2 no llama la atención. Aparte de los cinturones de seguridad dorados, en realidad se siente poco atractivo, muy a la manera sueca.
La cabina evita el uso de mucho trabajo brillante, y la tela vegana WeaveTech que cubre los largos asientos deportivos que apoyan los muslos y el borde grueso de la puerta juntos recuerdan lo que se encuentra en el equipo de mochilero o ropa deportiva. El maletero permite una amplia apertura y una impresionante configurabilidad de carga, pero el espacio del asiento trasero es la decepción (más espacio para las rodillas que para la cabeza).
Polestar no ofrece muchas configuraciones diferentes para jugar, a diferencia de los sedanes deportivos alemanes electrificados. Después de probar los ajustes más ligeros y firmes de la dirección, y el nivel bajo de frenado regenerativo, que a su pasajero podría gustarle un poco más, se concluye que los modos predeterminados, y la regeneración más agresiva, eran los adecuados para la mayoría de conducciones.
Su autonomía oficial es de 375 kilómetros, pero la realidad es inferior, sobre todo en verano con temperaturas de alrededor de 35ºC que requieren que el sistema climático esté funcionando todo el tiempo.
Polestar anima a usar el sistema residente para la navegación y los puntos de referencia de la estación de carga, y aunque el sistema podría ser una buena muleta para encontrar un cargador de cualquier tipo en un apuro, no permite clasificar los cargadores por tasa de carga o ayuda a priorizar la carga rápida. Los comandos de voz en lenguaje natural para la entrada de ruta funcionan muy bien, pero ante múltiples variaciones a la hora de planificar las paradas de carga pueden resultar infructuosas.
Sistema de planificación de rutas de Polestar 2
Es muy posible que exista una configuración estandar que permita que el sistema organice un viaje. Pero más vehículos eléctricos necesitan planificadores de carga de viaje completos y bien orquestados, que comprendan a qué hardware lo están enviando. Los fabricantes de automóviles están al menos entregando puntos de conversación de que entienden esto, en los vehículos Ultium de GM como el próximo GMC Hummer EV, por ejemplo. Hasta entonces, los propietarios deberán recurrir a aplicaciones especializadas de planificación de viajes.
Aunque el Polestar 2 se ha ofrecido más como un vehículo de línea completa, y más asequible, en otros mercados, se entrega en una sola especificación a los compradores, con pocas opciones. Y es caro, lo que consolida el espacio de este modelo como modelo de nicho. El precio base asciende a unos 55.000 euros, incluido el Performance Pack.
Algunos especialistas lo ven como un rival para el Testa Model 3 o Model Y. En realidad, el Polestar 2 es de un mundo diferente.
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